1997. El 20 de enero Bill Clinton comienza su segundo mandato como presidente de Estados Unidos. Herri Batasuna anuncia un “futuro de sufrimiento” y ETA continúa con su ola cruel de asesinatos (el más despiadado, el homicidio de Miguel Ángel Blanco) y secuestros (Ortega Lara sería liberado en julio tras 532 días de cautividad). En Atlanta se inaugura el canal CNN en español. España ingresa en la estructura militar de la OTAN. Terminan las obras del Teatro Real de Madrid. Se inaugura el museo Guggenheim de Bilbao. Estreno de la película “Titanic”. Aparece en China la gripe aviar. Mueren Den Xiaoping, Fred Zinnemann, Allen Ginsberg, Narciso Yepes, James Stewart, Teresa de Calcuta y la princesa Diana de Gales.

 

Este año se constituyó una entidad determinante para el futuro de la sociedad civil organizada en España: “el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, más conocido por sus siglas, CERMI, la plataforma de representación, defensa y acción de la ciudadanía española con discapacidad, más de 3,8 millones de hombres y mujeres, más sus familias, que conscientes de su situación de grupo social desfavorecido, deciden unirse, a través de las organizaciones en las que se agrupan, para avanzar en el reconocimiento de sus derechos y alcanzar la plena ciudadanía en las mismas condiciones de igualdad y oportunidades con el resto de componentes de la sociedad”.

 

Este es el paso fundamental: colocar a la discapacidad en el mismo plano que el resto de la ciudadanía. Para ello, el CERMI ha tenido que trabajar, planificar y luchar con el fin de convertirse en una “plataforma de encuentro y acción política de las personas con discapacidad” con el objetivo de dar visibilidad a más de 7.000 asociaciones y entidades, que representan en su conjunto a los 3,8 millones de personas con discapacidad que hay en España, un 10% de la población total.

 

Este camino no ha sido fácil, pero hoy (en 2017) 20 años después, ni los políticos ni los empresarios ni los profesionales ni los sindicatos ni cualquier organización o entidad puede eludir su responsabilidad con este movimiento asociativo ni con las personas a las que representa.  

 

Hoy, está vigente la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y es de obligado cumplimiento. Hoy, la ingente legislación que se ha aprobado en España tiene como interlocutor de referencia al CERMI. Hoy, cualquiera puede ver en la página web de esta entidad sus noticias, imágenes, vídeos, las novedades e informaciones de interés, la agenda, las orientaciones jurídicas, la Fundación Cermi Mujeres, las convocatorias sobre Europa, las colecciones y publicaciones, el periódico de la discapacidad (cermi.es semanal), el trabajo de los Cermis autonómicos, los premios anuales Cermi.es, las condecoraciones y premios otorgados, la colaboración asociativa, la agenda cultural accesible, las exposiciones, las iniciativas como el “No al Copago Confiscatorio”, el informe sobre el décimo aniversario de la Convención de la ONU sobre Discapacidad… 

 

Es tal el nivel de actividad y de incrustación en la sociedad que el CERMI se merece un reconocimiento por parte de todos, tanto a nivel nacional como internacional. Enhorabuena a todos los que han hecho posible este fenómeno social. Felicidades CERMI. No pierdas nunca “el valor de la unidad”.